Mieloma múltiple

Información

Sobre el mieloma múltiple

El mieloma múltiple es un cáncer de las células plasmáticas malignas, que son un tipo de glóbulo blanco que se forma en la médula ósea (lugar donde se generan los glóbulos rojos, blancos y plaquetas). Estas células forman parte del sistema inmune y se encargan de producir anticuerpos, que son los que nos protegen de las infecciones, por tal motivo, las células del mieloma no pueden ayudar al cuerpo a combatir las infecciones. Es una enfermedad que afecta a los adultos, mayormente de más de 50 años y caracteriza por comprometer la médula ósea y otros tejidos.

¿Cuáles son los signos o síntomas que pueden aparecer?

Además de los criterios de laboratorio y por imágenes que detallaremos a más adelante y  se necesitan para poder arribar al diagnóstico de mieloma múltiple, los pacientes pueden manifestar:

  • Fatiga
  • Bajos recuentos de glóbulos rojos, blancos o plaquetas;
  • Dolor en los huesos;
  • Fracturas al hacer esfuerzos mínimos o ningún esfuerzo;
  • debilidad muscular, dolor de espalda y adormecimiento de las piernas por compresión de la médula espinal;
  • Sangre muy espesa (hiperviscosidad);
  • Altos niveles de calcio en sangre que pueden generar: mucha sed, problemas renales, pérdida de apetito, somnolencia, confusión y otras alteraciones neurológicas, entre lo más importante;
  • Infecciones frecuentes.

¿Qué exámenes o pruebas se pueden hacer para el diagnóstico?

Para poder hacer el diagnóstico de mieloma múltiple se requieren de ciertos criterios clínicos, de laboratorio y por imágenes. Los pacientes deben realizarse ciertos estudios entre los que se encuentran:

  • Análisis de sangre que nos permite evaluar la presencia de anemia, falla en la función de los riñones, calcio elevado en sangre, entre lo más importante
  • Detección en sangre y orina de 24 horas de la proteína monoclonal (anticuerpo producido por las células plasmáticas de la enfermedad)
  • Punción/biopsia de médula ósea: para definir el compromiso de la enfermedad en la médula ósea.
  • Tomografía computada (TAC), resonancia magnética nuclear (RMN) o tomografía por emisión de positrones (PET) en la mayoría de los casos para determinar la presencia de lesiones en los huesos.

Dentro de los criterios clínicos para determinar si se trata de un mieloma múltiple sintomático se detallan: anemia (recuento bajo de glóbulos rojos), el calcio elevado, la insuficiencia renal y compromiso óseo, entre los más importantes.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento? ¿Cuánto tiempo durará mi tratamiento?

El mieloma múltiple es una enfermedad que presenta múltiples opciones de tratamiento y el mismo debe ajustarse a la edad del paciente, las comorbilidades (es decir otras enfermedades o condiciones que presente el paciente al momento del diagnóstico), ciertos parámetros de laboratorio y a la posibilidad de recibir un trasplante de médula ósea. Los objetivos del tratamiento son: Las metas del tratamiento para el mieloma son:

  • Hacer que la proliferación de las células del mieloma se retrase;
  • aliviar los síntomas que produce el mieloma como dolor en los huesos, fatiga u otros síntomas y fundamentalmente;
  • lograr períodos prolongados de remisión de la enfermedad (es decir, donde no se observan signos de la misma).

Las opciones de tratamiento son diversas, y dentro de las opciones podemos mencionar:

  • Corticosteroides: dexametasona, prednisona, metilprednisolona.
  • Quimioterapia: actúa destruyendo las células malignas del mieloma, pero también dañan las células sanas del organismo. Algunos de los medicamentos que se utilizan en esta enfermedad son: Melfalán, Ciclofosfamida, Doxorrubicina, Vincristina, Bendamustina, entre otros.
  • Inhibidores del proteosoma: Bortezomib, Carfilzomib, Ixazomib.
  • Agentes Inmunomoduladores: Talidomida, Lenalidomida, Pomalidomida.
  • Anticuerpos monoclonales: Daratumumab, Elotuzumab.
  • Inhibidores de histona deacetilasa: Panobinostat.
  • Radioterapia: se puede utilizar de manera dirigida sobre lesiones óseas o de tejidos específicas (plasmocitomas).
  • Trasplante autólogo de médula ósea (con células madre hematopoyéticas del mismo paciente): el paciente recibe dosis altas de quimioterapia para destruir las células de la médula ósea y luego recibe las células madre propias nuevas. El objetivo es lograr un mayor tiempo libre de enfermedad.

Como existen múltiples opciones de tratamiento, también pueden combinarse de diferente manera y así lograr remisión de la enfermedad.

¿Es necesario estar hospitalizado durante todo o alguna parte del tratamiento?

El tratamiento se divide en ciclos, en general cada 21-28 días y varía en tiempo según el tratamiento de elección. Los medicamentos se aplican de manera endovenosa, subcutánea u oral. En la mayoría de los casos los tratamientos se realizan de manera ambulatoria, no es necesaria la internación.

¿Quiénes estarán pendientes del tratamiento y de la respuesta al mismo?

Su médico hematólogo de cabecera será quien le indique el tratamiento y realice los controles tanto clínicos como de laboratorio para determinar si el tratamiento es eficaz.  Los enfermeros y médicos de hospital de día (ambulatorio) también estarán para ayudarlo, al igual que el médico clínico de cabecera. Se realizarán análisis de sangre y orina durante el tratamiento para controlar también los recuentos sanguíneos, la función renal y determinar si hay indicios de proliferación de las células del mieloma.

DEPARTAMENTO DE HEMATOLOGÍA Y UTH
Instituto Alexander Fleming
Mayo 2022

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